miércoles, 30 de mayo de 2007

Casa


Mi casa se halla en tu mirada y tu abrazo firme
se encuentra en el aire y el susurrar de las hojas.
La encontré en el olor que precede a la tormenta
y a la quietud que viene tras ella.

Mi casa viaja conmigo,
se despeina con el viento de poniente.
Se emociona bajo el cielo estrellado,
y sonríe a tus ojos y tus labios.

Mi casa no tiene muros ni barreras
tiene la puerta abierta y el tejado estrellado.
Se orienta como los girasoles a pleno sol
y se encuentra allá donde alcance mi mano.

lunes, 28 de mayo de 2007

En este lado del corazón


Me encontré de repente en el lado oscuro de mi corazón, perdida, sin saber donde ir y sin reconocer el paisaje.

¿ Por que dejé tanto tiempo a la sombra este paraje?

Abro los ojos tratando de abarcarlo por completo, es un terreno agreste, descuidado, pero lleno de vida.

Hoy decido recostarme aquí en la orilla de este lado de mi corazón... quizá comprenda mejor quien soy, quien he sido todo este tiempo y hacia donde lleva mi rueda.

La mochila


Si alguna vez no pudiste evitar una sonrisa contemplando una puesta de sol,
Si una lagrima bailó por tu cara ante los ojos de alguien,
Si te estremeciste con una palabra, con una caricia,
O si cerraste los ojos inmerso en un sueño real... puedes decir que has vivido.

Recupera la sonrisa, la lágrima, las palabras y caricias de esos momentos,
llévalos en tu mochila y prosigue el camino.

A veces


A veces, el silencio pesa;
hace temblar mis piernas
y me hunde contra el suelo.

A veces, la soledad me habla;
me susurra al oido
y estremece mi alma.

Hoy es una de esas veces;
hoy estoy sola
soy la soledad
y he prometido serle fiel siempre.


(este es un momento pasado, que se asoma de vez en cuando)

Declaración de intenciones


Vivo inmersa en el calendario y el reloj, con la presión de las promesas y objetivos que cumplir.


A menudo me encuentro engullida por el día a día , o lo urgente que he de hacer o decir, y me siento como un raton, corriendo dentro de la rueda de la vida cotidiana que gira siempre en el mismo sentido.


En este espacio decido apearme de la rueda, abandono el calendario, el reloj, las promesas y me sumerjo en la altura de un sueño. Me he hecho una promesa: ser yo misma, pensarme, y seguir soñando... la busqueda ha comenzado.